justleros: more than nonsense / más que disparates

Twiddling our thumbs

A resource for Sunday’s liturgy based on Luke 23:33–43

By Magdalena I. García
weaving

Detail of a weaving titled “Loving God Well,” by Karla M. Kincannon, which hangs in the lobby of Garrett-Evangelical Theological Seminary, in Evanston, Illinois. Detalle de un tejido titulado “Amar bien a Dios”, por Karla M. Kincannon, que cuelga en el vestíbulo del Seminario Teológico Evangélico Garrett, en Evanston, Illinois.

The people were standing around watching, but the leaders sneered at him, saying, ‘He saved others. Let him save himself if he really is the Christ sent from God, the chosen one.’ – Luke 23:35

Children are hungry
because wages are low or stagnant
while the cost of living continues to rise
and the poor struggle to put food on the table.
But those of us who are satisfied
stand around watching,
judging the victims and blaming God
while twiddling our thumbs.

God of the hungry,
free us from the prison of abundance,
and give us courage to work for the release
of those who are crucified by excesses.

Men and women are unemployed
because workers are displaced
by plant closures, new technologies,
and trade agreements that produce imbalances.
But those of us who are employed
stand around watching,
judging the victims and blaming God
while twiddling our thumbs.

God of the unemployed,
free us from the prison of safety,
and give us courage to work for the release
of those who are crucified by progress.

Migrants cross borders
because local economies have been destroyed
by big retailers, subsidized farming and mounting debt,
and small farmers are pushed off the land.
But those of us who are dwellers
stand around watching,
judging the victims and blaming God
while twiddling our thumbs.

God of the migrants,
free us from the prison of ignorance,
and give us courage to work for the release
of those who are crucified by greed.

Families are separated
because immigration laws are unjust
and those hired to work in the shadows
are criminalized, detained and deported.
But those of us who are safe
stand around watching,
judging the victims and blaming God
while twiddling our thumbs.

God of the separated,
free us from the prison of cruelty,
and give us courage to work for the release
of those who are crucified by apathy.

MAY OUR LIVES PROCLAIM that the God of Love rules.
MAY THE SPIRIT OF TRUTH convert all the rich fools.
MAY THE CHRIST OF THE CROSS in our daily walk be reflected.
MAY WE SHARE PARADISE with the forgotten and the neglected.

Magdamagdalena_garcia_in_green_medium250lena I. García is a PC(USA) Minister of Word and Sacrament and a hospice chaplain for Vitas Healthcare in Chicago. She is a graduate of McCormick Theological Seminary and a recipient of the 2008 PC(USA) Women of Faith Award. Her personal blog is justleros.blogspot.com. Permission is given to use the content in worship with credit to the author and blog. For permission to re-print through other means, please write to magdalenagarcia@comcast.net.


De brazos cruzados

Un recurso para la liturgia dominical basado en Lucas 23:33–43

por Magdalena I. García

 

La gente estaba allí mirando; y hasta las autoridades se burlaban de él, diciendo: ‘Salvó a otros; que se salve a sí mismo ahora, si de veras es el Mesías de Dios y su escogido’.– Lucas 23:35

La niñez tiene hambre
porque los salarios están bajos o estancados
mientras que el costo de la vida sigue subiendo
y la gente pobre lucha por llevar comida a la mesa.
Pero quienes estamos satisfechos
seguimos parados mirando,
juzgando a las víctimas y culpando a Dios,
mientras nos quedamos de brazos cruzados.

Dios de los hambrientos,
líbranos de la prisión de la abundancia,
y danos valor para luchar por la liberación
de quienes están crucificados por los excesos.

Hombres y mujeres están desempleados
porque los obreros son desplazados
por los cierres de plantas, las nuevas tecnologías,
y los tratados comerciales que producen desbalances.
Pero quienes estamos empleados
seguimos parados mirando,
juzgando a las víctimas y culpando a Dios,
mientras nos quedamos de brazos cruzados.

Dios de los desempleados,
líbranos de la prisión de la seguridad,
y danos valor para luchar por la liberación
de quienes están crucificados por el progreso.

Migrantes cruzan fronteras
porque las economías locales han sido destruidas
por las grandes minoristas, la agricultura subvencionada
y la creciente deuda,
y los pequeños agricultores son desplazados de sus tierras.
Pero quienes somos moradores
seguimos parados mirando,
juzgando a las víctimas y culpando a Dios,
mientras nos quedamos de brazos cruzados.

Dios de los migrantes,
líbranos de la prisión de la ignorancia,
y danos valor para luchar por la liberación
de quienes están crucificados por la avaricia.

Familias son separadas
porque las leyes de inmigración son injustas
y los contratados para trabajar en las sombras
son criminalizados, detenidos y deportados.
Pero quienes estamos seguros
seguimos parados mirando,
juzgando a las víctimas y culpando a Dios,
mientras nos quedamos de brazos cruzados.

Dios de los separados,
líbranos de la prisión de la crueldad,
y danos valor para luchar por la liberación
de quienes están crucificados por la apatía.

QUE NUESTRAS VIDAS PROCLAMEN que el Dios de Amor reina.
QUE EL ESPÍRITU DE VERDAD de la insensatez nos convierta.
QUE EL CRISTO DE LA CRUZ se vea en nuestras vidas reflejado.
QUE COMPARTAMOS EL PARAÍSO con los desatendidos y olvidados.

Magdalena I. García es Ministra de la Palabra y los Sacramentos en la IP(EUA) y capellana de hospicio para Vitas Healthcare en Chicago. Se graduó del Seminario Teológico McCormick y recibió el Premio a las Mujeres de Fe de su denominación en el 2008. Su blog personal es justleros.blogspot.com. Se concede permiso para usar el contenido en la adoración dando crédito a la autora y al blog. Para reproducir por otros medios, escriba a: magdalenagarcia@comcast.net.

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